¿Comemos con la mente? La importancia de la percepción en la alimentación
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¿Qué pasaría si la forma en que percibimos un alimento fuera tan importante como sus ingredientes?
¿Puede el modo en que interpretamos lo que comemos alterar cómo reacciona nuestro organismo?
Hoy sabemos que nuestras creencias, emociones y expectativas pueden modificar la química interna del cuerpo, y uno de los ámbitos donde esto se manifiesta con particular fuerza es la alimentación. Un estudio de la Universidad de Yale: Mind Over Milkshakes: Mindsets, Not Just Nutrients, Determine Ghrelin Response, revela cómo las creencias sobre los alimentos afectan las respuestas fisiológicas del cuerpo.
En el estudio, se proporcionó a los participantes el mismo batido en dos sesiones separadas. En una ocasión, se presentó como un batido indulgente: alto en calorías y grasas; en la otra, como un batido sensible: bajo en calorías y saludable. Además, se midieron los niveles de grelina, una hormona que regula el hambre.
Cuando los participantes consumían el batido indulgente, los niveles de grelina aumentaban antes de la ingesta, reflejando un mayor deseo de comer, y disminuían significativamente después, indicando saciedad. En cambio, con el batido sensible, los niveles de grelina permanecían estables o aumentaban ligeramente, sugiriendo una menor sensación de satisfacción. Es decir, aunque los batidos eran idénticos en composición, las etiquetas generaron respuestas fisiológicas distintas.
Estos resultados destacan que las expectativas y creencias sobre los alimentos pueden alterar la respuesta hormonal del cuerpo. La grelina, es un indicador clave de la necesidad de energía; su secreción debería depender únicamente de los nutrientes ingeridos. Sin embargo, este estudio muestra que la percepción psicológica puede modificar este proceso, sugiriendo una conexión profunda entre la mente y el cuerpo. La mentalidad con la que se aborda la comida, ya sea de indulgencia o restricción, puede influir en la sensación de saciedad y potencialmente, en la salud metabólica.
Este estudio invita a reconsiderar cómo las percepciones afectan el bienestar. Adoptar una mentalidad positiva hacia los alimentos, podría potenciar los beneficios fisiológicos de la comida, incluso sin cambios en su composición. Los resultados de este estudio refuerzan la idea de que la mente desempeña un papel crucial en la salud, abriendo nuevas perspectivas para explorar cómo las creencias moldean el cuerpo.
Si te interesa saber más, te invitamos a leer el estudio completo: https://mbl.stanford.edu/sites/g/files/sbiybj26571/files/media/file/2011_milkshakes_crum_et_al_health_psych.pdf
Fuentes
- Crum, A. J., Corbin, W. R., Brownell, K. D., & Salovey, P. (2011). Mind over milkshakes: Mindsets, not just nutrients, determine ghrelin response. Health Psychology, 30(4), 424–429. https://doi.org/10.1037/a0023467