Mar Sierra: danza y somática para habitar nuestra verdad
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"Conectar con el cuerpo es casi una responsabilidad humana: vinimos a esta tierra para habitarnos, ser nosotros mismos y compartirnos"
Mar Sierra es educadora somática, artista de movimiento y estratega creativa, dedicada a explorar el cuerpo.
Combina movimiento consciente, danza, Chi Kung y Craneosacral para generar experiencias de conexión profunda con el cuerpo, las emociones y la energía.
Su arte y su práctica buscan habitar el cuerpo, expresar la verdad interior y vincularse desde la presencia y la autenticidad.
¿Cómo llegaste a trabajar con el cuerpo y el movimiento de la manera en la que lo haces hoy?
El hilo que unifica mi trabajo es mi pasión por el cuerpo. Comencé con la danza en la infancia, luego me acerqué al yoga para explorar la conexión entre cuerpo y espiritualidad. Pronto noté que tenía un sistema nervioso muy sensible y necesitaba aprender a habitar mi cuerpo de manera consciente, no solo físicamente, sino también emocional y energéticamente.
Eso me llevó a explorar el movimiento consciente e intuitivo. Cuando empecé a bailar de esta manera, sentí cambios radicales en mi expresión, en la confianza en mí misma e incluso en mi espiritualidad. La danza se volvió un rezo, un canal para conectarme con algo superior.
Con el tiempo, sentí la necesidad de profundizar: estudié danza terapia, psicología corporal, mindfulness y budismo, y descubrí la somática como marco unificador de todas estas experiencias. Profundicé en Craneosacral para sentir realmente el sistema nervioso y la resonancia entre los cuerpos y en Chi Kung para cultivar energía vital. Entonces fui empezando a hacer este tejido de conocimientos que ofrezco en distintos formatos.
Como educadora somática, creo espacios donde las personas pueden reconectar con su cuerpo, sus emociones y su energía. Combino movimiento consciente, Chi Kung y Craneosacral en sesiones individuales, grupales o retiros, ofreciendo herramientas para explorar, sentir y expresarse desde su propio cuerpo. Mi enfoque no es sanar, sino acompañar y generar conciencia corporal y energética.
Como artista, uso el movimiento y el cuerpo para explorar ideas, emociones y filosofías, y llevarlas a performances, video danza y sound collages. El arte me permite investigar quiénes somos, de dónde venimos y cómo nos relacionamos con el mundo.
Y como estratega creativa, aplico mi experiencia en innovación y colaboración al bienestar: por ejemplo, en startups de salud mental, introduzco enfoques corporales y somáticos, enseñando a mover y circular emociones como base para la salud mental.
¿Cómo es que el movimiento abre paso a nuestro ser auténtico?
El cuerpo es el vehículo del alma. Movernos ha sido un hábito humano esencial en todas las culturas. Está en nuestra esencia movernos. Hoy, en esta era de conveniencia, nos hemos aletargado y la industria del fitness nos dice cómo movernos para estar “fit”, pero ¿qué pasa con el movimiento auténtico, conectado con nuestro sentir, nuestras visiones interiores y nuestra espiritualidad?
Prácticas como Five Rhythms, Ecstatic Dance, Conscious Movement o Authentic Movement invitan a enfocarse menos en la forma y más en lo presente, en lo que el cuerpo está comunicando. Hablamos de the imaginal body: imaginar sensaciones o situaciones y permitir que el cuerpo las exprese desde los tejidos, los fluidos, los músculos, los huesos. Al hacerlo, se genera una conexión profunda y se reconfigura nuestra narrativa interior.
A veces necesitamos espacios contenidos y facilitadores para guiarnos, especialmente si no tenemos experiencia en danza o movimiento libre. La música y la presencia del grupo son esenciales: ver otros cuerpos moverse inspira, libera la comparación y permite que cada quien explore su expresión auténtica. Con práctica, también se puede hacer individualmente en casa: poner una playlist, moverse, llorar, gritar, dejar que el cuerpo informe nuestra comprensión e integración de experiencias difíciles.
¿Qué efecto tiene el movimiento consciente sobre la mente y la integración de nuestras emociones?
En Occidente existe una separación entre mente y cuerpo: pienso, luego existo. Desde la somática, el entendimiento cambia: siento, luego existo. Cuando nos movemos, la mente desciende al cuerpo (lo que se llama somatic descent) y se involucra con la sensación, unificando ambos canales.
El lenguaje también ofrece pistas para integrar esa división: al imaginar involucras la mente, al sentir desciendes al cuerpo. En ese encuentro se unifica el pensamiento con la sensación. Es algo que trabajo mucho desde Gaga, este lenguaje de movimiento que utiliza imágenes para despertar la expresión libre, siempre conectada con la sensación.
En la terapia hablada solemos quedarnos en la abstracción, pensando en lo que fue o podría ser. En cambio, en prácticas como la danza terapia o el movimiento auténtico, el cuerpo se vuelve parte del proceso. Se activa otra forma de inteligencia, más visceral y profunda, que permite procesar emociones desde las entrañas, no solo desde la mente.
Por eso incluir al cuerpo en el trabajo terapéutico tiene grandes beneficios, y escribir después puede ayudar a cristalizar lo vivido desde un lugar más integrado.
"El cuerpo es infinito en su manera de comprender"
Como artista de movimiento, ¿Quién eres tú cuando bailas y cómo se diferencia de otras formas de movimiento?
Cuando hago performance, mi interés es llevar a la audiencia a estados contemplativos y meditativos. Una obra que me inspiró fue The Artist is Present de Marina Abramović; me motivó a usar mi cuerpo como un canal de contemplación. Mis movimientos son sutiles, hipnóticos, y se apoyan en las neuronas espejo: al habitar un espacio con total presencia, invito a otros a hacerlo también. Es un acto místico, un diálogo con lo invisible, con la memoria de los ancestros y de los lugares.
Esa parte más escorpiana: mágica, alquímica, ligada a la muerte y al misterio vive muy fuerte en mí, pero siempre busco traducirla a lo taurino: lo terrenal, lo sensorial, lo tangible. Ese es el punto donde mi arte se activa: traer información del más allá y entregarla al presente. Mi obra no busca la catarsis ni la confrontación, sino la contemplación. Piezas como Habitar el Vacío, Axis Mundi o Silencio nacen del diálogo con el lugar, mi proceso es site-specific.
También he realizado danzas espontáneas en la naturaleza, una práctica que llevo documentando más de diez años con un amigo fotógrafo. En ellas, me dejo habitar por una fuerza superior: fuego, agua, tierra, aire. Entro en un trance en el que ya no soy yo quien baila, sino la energía misma manifestándose a través de mi cuerpo. Se abre un canal para recibir información de aquello de lo que estamos hechos.
A través del arte busco sentido. Es mi manera de investigar qué somos, de dónde venimos, cómo la memoria de los ancestros vive en mí y cómo presto mi cuerpo a esas voces. Porque sí, es un misterio. No sabemos qué hacemos en esta tierra. Me permito ser vehículo de ese misterio y en esa búsqueda, encuentro libertad, plenitud y propósito.
Parece que acceder al cuerpo abre un portal no solo hacia nosotros mismos, sino hacia todo lo que nos rodea.
Claro, para mí, conectar con el cuerpo es casi una responsabilidad humana: vinimos a esta tierra para habitarnos, ser nosotros mismos y compartirnos. Cada quien encuentra su forma (correr, cocinar, bailar), pero lo esencial es habitar los sentidos, expresar el cuerpo y reconocer que, desde ahí, emanamos nuestra verdad.
Desde esa conexión podemos escuchar con más profundidad: cómo el entorno informa lo que sentimos, cómo tomamos decisiones importantes desde un lugar más consciente. Estas prácticas son un canal para vivir auténticamente. Cuando realmente escuchas, percibes más: la calidad del aire, la temperatura, los colores detrás de los párpados, las memorias que emergen. Te das cuenta de que el cuerpo es infinito en su manera de comprender.
Yo no diría que canalizo, sino que tengo un “inner knowing”, una intuición profunda que surge de mi cuerpo. Soy muy perceptiva a las energías de lugares, montañas, personas, incluso casas con memoria. Por eso he estudiado terapias como el Craneosacral, que me ayudan a mantenerme enraizada en la escucha. Aprendes a organizar tu campo energético para no perderte en lo que sientes, a hacer tierra y mantenerte presente.
Vivimos rodeados de un río de información sutil y si eres una persona muy sensible, puedes abrumarte. Ahí entra de nuevo la responsabilidad: encontrar prácticas que te ayuden a mantenerte grounded. Para mí, el Craneosacral y el Chi Kung han sido esenciales, me han dado un lenguaje para mantenerme estable, presente y apoyada. Soy gran partidaria del Chi Kung porque te permite cultivar, sostener, expandir e incluso sellar tu energía cuando es necesario. Vas aprendiendo a hacer candados energéticos para sentirte una samurai: centrada, protegida e impenetrable.
Hablas de escuchar tu verdad y asumir responsabilidad. ¿Por qué es importante que cada persona conecte con su verdad hoy en día?
Es muy importante. Madurar emocionalmente significa distinguir entre tu voz “default”, la heredada de tu entorno familiar o cultural y tu voz auténtica, la que nace de tu ser y tu verdad. Ese discernimiento llega con años de búsqueda interior y preguntas profundas: ¿En qué creo? ¿A qué vine? ¿Qué quiero cuidar y aportar? ¿Cómo conecto mis intereses con lo que el mundo necesita?
Es importante distinguir si estás life-giving o life-draining. Cuando hablas desde tu verdad, todo lo que haces aporta vida: más verdad, más belleza, más bondad. Esos tres valores, junto con la armonía, son mis guías. Si puedo traer paz o belleza a un espacio, siento que estoy alineada con mi propósito. La belleza para mí también es una forma de respeto y devoción hacia la naturaleza.
Pero llegar ahí requiere compromiso. Hoy es difícil porque vivimos distraídos, comparándonos constantemente en redes, buscando respuestas rápidas. La verdad profunda no se encuentra así. Necesitas tiempo para viajar, estar sola, escribir, hacer terapia, convivir con personas distintas, moverte de contexto. Son capas de introspección que te acercan poco a poco a esa voz interior.
Incluso emprender puede ser parte de ese camino. Crear un negocio implica hacerte preguntas profundas y verte reflejada en las personas con las que colaboras: en lo que quieren crear, servir y transformar juntas.
"Cuando hablas desde tu verdad, todo lo que haces aporta vida: más verdad, más belleza, más bondad"
Hablando de naturaleza, ¿Qué significan las plantas para ti?
Son mis companions. Siempre tengo jardines, creo altares y mandalas. Mi devoción por las flores nació tras una experiencia de Ayahuasca, donde sentí un diálogo vivo con sus fractales y entendí que digieren la sustancia del universo en belleza. Son un milagro.
También hay una historia familiar: mi mamá era florista, jardinera y educadora. Crecí entre competencias de orquídeas, jardines botánicos y un profundo aprecio por las plantas. Hoy siento que continúo su legado.
Últimamente he conectado con la ecosomática, una corriente que une la investigación del cuerpo con la naturaleza, usando metáforas (huracanes, tormentas, árboles) para explorar procesos internos.
También me encanta facilitar espacios de contemplación con ayuda de la naturaleza. En retiros, guiaba caminatas en silencio donde recolectábamos semillas, hojas o flores para crear mandalas que reflejaban lo que cada quien vivía: duelos, renacimientos, transformaciones.
Ahora, estoy diseñando clases donde se usa el movimiento junto con el gesto de crear ritual o santuario con la naturaleza para mantener vivo lo que se aprende en el cuerpo.
¿Cómo ha cambiado tu cosmovisión desde que eres madre?
No siento que haya cambiado, más bien se ha ampliado y anclado. Al volverte madre te conviertes en universo: gestas vida dentro de ti y eso es el reconocimiento más grande que puedes tener. Ser madre expande tu devoción al misterio, te sientes mujer fértil, montaña, río, tierra. Ya no eres solo tú, eres un canal del cosmos. Eso fortaleció profundamente mi práctica espiritual: decidí ser la guerrera más pacífica, sólida, presente y sutil que hay.
También se despierta una conexión fuerte con los ancestros y con la vida que eligió manifestarse a través de ti. Entendí que hay algo cósmico en juego, el río de la vida que escoge sus propios genes. Me coloco en un lugar de reverencia, honrando lo precioso que recibí y eligiendo conscientemente qué quiero perpetuar. Para mí, eso es conscious mothering: asumir que elegí este momento y esta vida, y que puedo participar activamente en el destino de mi hijo. No controlo todo, pero sí muchas pequeñas cosas: lo que come, cómo lo masajeo, la música que escucha, los lugares que visitamos. Eso nutre su bienestar y verlo crecer así es hermoso. A un nivel más profundo, cuando das a luz se abre el velo. Me pasó algo extraño que aún estoy digiriendo: al principio no podía sentir la energía de Gael, era como si siguiera dentro de mí aunque estuviera afuera, fusionados en una burbuja. Recién ahora, que tiene dos años, empiezo a sentir esa separación. Ese misterio sigue desplegándose y transformando mi cosmovisión.
¿Qué nutre tu alma?
Como madre, es un desafío, pues hay un instinto default a dar, dar, dar. Pude entrar en esta conversación de nutrirme después de terminar la lactancia. Hice un ritual de ceremonia al agua de 21 días para pedir guía. Ahí entendí que para cuidar la vida de mi hijo, tengo que cuidar la vida a través de mis talentos y servicios. Necesito ritual, silencio, canto, comunidad, tiempo sola, de aventura, e ir a espacios de naturaleza muy viva para llenar mi vaso.
¿Qué hace que tu corazón cante?
La naturaleza y el canto. Cuando me estoy sintiendo lejana de mi alma, canto para regresar. El canto es una textura que aviva y teje emociones en momentos personales y comunitarios.
"Madurar emocionalmente significa distinguir entre tu voz “default”, la heredada de tu entorno familiar o cultural y tu voz auténtica, la que nace de tu ser y tu verdad"
¿Alguna recomendación?
Mi invitación es que escuches la voz de tu corazón para irte a un peregrinaje. No turismo, sino un viaje con una orientación consciente para hacerte preguntas profundas y permitir que la naturaleza y los espacios que visites te informen y guíen.
@marisierra_
@cuerpocriolla
1 comentario
Gracias por recordarme la magia del baile